Hay dos maneras de tomar el sol: la incorrecta (provocando daños en nuestra piel, quemaduras, manchas…) y la saludable, con la que se consigue un bronceado perfecto sin perjudicar a la salud de nuestra piel. Antes de tomar el sol hay que preparar la piel para la exposición solar con una exfoliación facial y corporal…