El lazo que compartís con tus hijos es de lo más hermoso, significativo y no lo cambiarías por nada del mundo. Pero a veces entre la falta de tiempo, las responsabilidades y el estrés, darle mantenimiento a esa unión resulta un trabajo. ¡No te preocupes! No tiene nada de malo admitirlo, a todos nos pasa. Más en la actualidad, donde las mujeres asumen que la maternidad no implica dejar de trabajar y se revalora su carrera profesional. No tiene que jugar un sentimiento de culpa tras esta decisión y es normal que pase.
Por eso, ante las corridas del día a día y la rutina, te presentamos unos 5 hábitos para fortalecer la relación con tus hijos. Tratá de tomar estos cambios como una constante en tu vida y estar atenta a los sentimientos que te invaden a la hora de tomar ciertas decisiones parentales.
#1 Jugar y abrazar
El contacto físico es esencial en cualquier relación importante. Abrazos, besos, caricias, mirarse a los ojos. El amor se reconoce en las acciones, no en palabras. Tampoco en este tipo de acciones sentimentalistas, pero en determinadas edades del desarrollo de los niños estos gestos son importantes.
Jugar es la mejor manera de enseñar habilidades sociales a los chicos mientras ejercitan sus capacidades motrices y, además, disfrutas el tiempo con él. Se puede tener un rato divertido sin hacer actividades complejas y extraordinarias, intentá jugar con él mientras realizan sus tareas diarias.
#2 Comunicación y empatía
Una buena conversación, sin tener prejuicios por la edad del hijo, es fundamental. Demostrar que pueden confiar sus miedos, problemas, sueños e historias diarias sin ser juzgados, es importantísimo. Despertá confianza en ellos y ayudalos a enfrentar las situaciones que a ellos los sobrepasan. Es importante que fomentes su autonomía a la hora de ayudarlos, fortaleciendo su seguridad en ellos mismos. A veces, los hijos exigen de los padres o los culpan de todos los errores que ellos sienten que hicieron. Lo importante, es guiarlos hasta cierta edad pero principamente enseñarles los valores que después él tomará de guía sólo.
#Tiempo para cada uno
Si tenés más de un hijo, no sólo pases tiempo con todos grupalmente. Intentá dedicarle tiempo personal a cada uno de tus hijos. Esto fomentará su importancia tanto en su grupo familiar como individualmente. Es una separación que es importante en la formación de la personalidad de los niños.
#Expresión de emociones
Las emociones “negativas” como el enojo, la envidia o la tristeza son parte de la futura vida adulta de los niños y es mejor dejarlo experimentarlas desde chicos para que sepan cómo lidiar con ellas después. Preguntale cómo se siente, por qué se siente así y cómo le gustaría solucionarlo. De esta manera no sólo te conectarás con él en un nivel emocional, sino que también le darás las herramientas para convertirse en un adulto responsable de sus emociones.
#5 Disfruta el momento
No importa si están viendo una película, armando un rompecabezas o haciendo la tarea: enfocate en ese instante. Recordá que ese tiempo no se va a repetir y guardá el momento como un tesoro en tu corazón.
¡Nada de WhatsApp! Dejá el celular en la mesa, ignorá la tecnología un poco. Ensuciate las manos, corré por el patio. Conviví con él en plenitud, esto hará que se reconozca valioso para vos y después no tenga falencias afectivas que reclamar por medio de otros métodos.
Un último tip: Estos hábitos se pueden aplicar con cualquiera de tus hijos, no importa qué edad tengan. Obvio las dinámicas son diferentes, pero no importa en qué etapa de la vida estén, nunca se es demasiado viejo para recibir el amor de su mamá y papá.