Siempre hay un hábito que sabemos que es perjudicial para nuestra salud y nos torturamos porque se nos hace muy difícil abandonarlo. Puede ser fumar cigarrillos, comer de más o estar mal alimentados, o hasta incluso comerse las uñas, parecen cosas chicas que hacemos todos los días y estamos muy conscientes que con el paso del tiempo nos traerán problemas.
Desgraciadamente, hacer un cambio duradero en el comportamiento rara vez es un proceso simple, y por lo general implica un gran compromiso de tiempo, esfuerzo y emoción por nuestra parte. Tanto si queremos bajar de peso, como dejar de fumar o lograr otro objetivo, no hay una sola solución que funcione bien para todos. Generalmente debemos probar varias técnicas diferentes, a través de un proceso de ensayo y error, para lograr nuestro objetivo. Es durante este período que muchas personas se desaniman y renuncian a sus metas de cambio. La clave para mantener nuestras metas se basa en probar nuevas técnicas y encontrar la forma de mantenernos motivados.
Afortunadamente, aunque el cambio puede no ser fácil, los psicólogos desarrollaron una serie de técnicas para ayudar a las personas a lograr su ansiado objetivo. Muchas de estas técnicas son utilizadas por terapeutas, médicos y maestros. Una de estas teorías, conocida como el modelo de Etapas del Cambio, se ha utilizado para ayudar a las personas a entender el proceso de cambio. Este modelo demuestra que el cambio rara vez es fácil y a menudo requiere llevar a cabo una progresión gradual de pequeños pasos hacia un objetivo mayor.
La etapa más temprana del cambio se conoce como precontemplación. Durante esta etapa el individuo no tiene intención de llevar a cabo ningún cambio. Las personas se encuentran “en negación”, debido a que afirman que su comportamiento no es un problema.
Si estás en esta etapa, podés sentirte resignado a mantener tu estado actual o creer que no tenés control sobre tu comportamiento. En algunos casos, las personas no entienden que su comportamiento pueda ser perjudicial o están infra-informados sobre las consecuencias de sus acciones.
Si te encontrás en esta etapa, empezá por hacerte estas preguntas. ¿Alguna vez intentaste cambiar este comportamiento en el pasado? ¿Cómo reconocés que tenés un problema? ¿Qué tendría que pasar para que consideres tu comportamiento como un problema?
Durante esta etapa las personas se vuelven más y más conscientes de los beneficios potenciales de hacer un cambio, por el contrario, el coste de hacerlo realidad también se ve más claro. Este conflicto crea un fuerte sentido de ambivalencia sobre el cambio.
Debido a esta incertidumbre, la etapa de contemplación del cambio puede durar meses o incluso años. De hecho, muchas personas nunca pasan de esta fase, ya que durante esta etapa pueden ver el cambio como un proceso de dádiva, en lugar de un medio de obtener beneficios emocionales, mentales o físicos.
Si estás contemplando un cambio de comportamiento en tu vida, hay algunas preguntas importantes que podés hacerte: ¿Por qué deseo cambiar? ¿Hay algo que me impida cambiar? ¿Cuáles son las cosas que podrían ayudarme a hacer este cambio?
Durante la etapa de preparación empezamos a hacer pequeños cambios para prepararnos para un cambio más grande. Por ejemplo, si nuestro objetivo es perder peso, podemos empezar a comer alimentos bajos en grasa. Si es dejar de fumar, tal vez comencemos cambiando de marca o fumando menos cada día. También podemos llevar a cabo algún tipo de acción directa, como consultar a un terapeuta, leer libros de autoayuda, etc.
Durante la cuarta etapa del cambio, empezamos a realizar acciones directas para lograr nuestras metas. Por desgracia, en más de una ocasión nuestros esfuerzos fallan porque los pasos anteriores no los hemos dado con suficiente tiempo o pensamiento.
Por ejemplo, muchas personas que toman la decisión de bajar de peso, inician inmediatamente una dieta reducida en calorías y se establecen un rígido programa de ejercicios. Estos pasos son vitales para el éxito, pero abandonamos a menudo nuestros esfuerzos en cuestión de semanas porque los pasos anteriores han sido pasados por alto.
Si actualmente ya estás realizando acciones para lograr un objetivo, felicitate y recompensate por cualquier paso positivo que logres. El refuerzo y el apoyo son extremadamente importantes para ayudarnos a mantener los pasos positivos hacia el cambio. Tomate el tiempo necesario para revisar periódicamente tus motivaciones, recursos y progresos, para de este modo actualizar tu compromiso y motivación hacia el cambio.
La fase de mantenimiento consiste en evitar volver a caer en patrones de comportamientos anteriores para lograr así mantener el cambio. Durante esta etapa, la gente se vuelve más segura de que será capaz de continuar con el cambio.
Si estás tratando de mantener un nuevo comportamiento, buscá maneras de evitar la tentación. Trata de reemplazar viejos hábitos con acciones más positivas. Recompensate cuando seas capaz de evitar con éxito una recaída. Si te vence la tentación, no seas demasiado duro contigo mismo. En su lugar, recordá que sólo se trata de una pequeña caída. La siguiente etapa trata sobre estas situaciones: las recaídas son comunes y son una parte del proceso de hacer un cambio de por vida.
En cualquier intento cambio de comportamiento, las recaídas son un proceso común. Cuando experimentamos una recaída, podemos tener sentimientos de fracaso, decepción y frustración. La clave del éxito es no permitir que estos contratiempos socaven nuestra confianza en nosotros mismos.
Es importante: no torturarse con haberse equivocado y por otro lado, no tirar la toalla rápidamente. Siempre es “me caigo y me levanto” hasta que se haga el click en nuestra mente.
Si regresamos a un viejo comportamiento, revisemos el motivo de por qué sucedió. ¿Qué provocó la recaída? ¿Qué podemos hacer para evitar estos desencadenantes en el futuro?
Aunque las recaídas pueden ser difíciles de manejar, la mejor solución es empezar de nuevo con las etapas de preparación, acción y mantenimiento. Será interesante volver a evaluar nuestros recursos y técnicas. Reafirmá nuevamente tu motivación, plan de acción y compromiso con tus metas. Además, hacé planes sobre cómo lidiar con cualquier tentación futura.
Las resoluciones fallan cuando no llevamos a cabo la preparación y acciones adecuadas. Cuando nos acercamos a una meta con una buena comprensión de cómo prepararnos ante los imprevistos, podemos actuar y mantener con éxito el nuevo comportamiento.
No es fácil hacer realidad un cambio importante y duradero de comportamiento en nuestras vidas. Pero estos seis pasos nos pueden ayudar a tener éxito en nuestra empresa. Muchos programas clínicos enfocados al cambio de comportamiento utilizan estos pasos, desde el abandono del hábito de fumar hasta la recuperación de una adicción. Así que no lo dudes, empezá a ponerte en marcha y si es necesario, dejate ayudar por otros.