Sólo queda el paréntesis de la tan deseada por muchos, rosca de Reyes, pero quien más quien menos ya ha cerrado el episodio de celebraciones navideñas. Por eso, la pregunta es clara: si estás pensando en ponerte a dieta con el comienzo del año, tras las fiestas, ¿qué recomendaciones debés seguir? Lo cierto es que había que echar el freno antes, intentando no perder el control en las fiestas, pero si esta vez no has llegado a tiempo.Tranquila/o, todo tiene solución, tomá nota de estos consejos:
Un objetivo claro
Es recomendable tener un objetivo muy claro y motivación para que puedas conseguir lo que querés. Si hay algún día que no has podido controlarlo del todo no te desesperes. Es un proceso largo, que requiere disciplina y no hay que tirar la toalla.
Y es que está claro que cuando termina la Navidad, solemos terminar con kilos de más, ¿qué podemos hacer para liberarnos de ellos de forma saludable? El problema del sobrepeso es multifactorial y requiere un enfoque muy global. Los 3 pilares fundamentales para enfocar nuestra pérdida de peso son la modificación conductual, la dieta y el ejercicio, según expertos que recomiendan que lo mejor es ponerse en manos de un profesional que pueda hacerte un buen estudio antropométrico, nutricional así como historia clínica. Adaptará tu dieta a tus condiciones nutricionales, físicas y médicas. Se trata de hacer tu dieta y no la de los demás, esa que le ha ido bien a una amiga no sirve. Buscá el equilibrio, no los extremos.
Lista de compra
¿Qué alimentos no pueden faltar en tu dieta si tu objetivo es decir adiós a los kilos de más? Hay que tener muy presentes los alimentos que no deberían faltar en nuestra lista de la compra en estos primeros días del año. Se recomienda aquellos que sean ricos desde el punto de vista nutricional pero que no sean muy calóricos, y que, además, sacien bastante.
-Las verduras, que nos aportan fibra que mejoran el tránsito intestinal, vitaminas antioxidantes como la Vitamina C y E y minerales como el hierro, zinc, cobre, magnesio etc. Además, tienen un alto contenido en agua, lo que les confiere propiedades diuréticas. Dentro de las verduras tenemos una gran variedad como las alcachofas, las espinacas, espárragos que son diuréticos, o la cebolla, el puerro y el apio, que son diuréticos y saciantes.
-También los hidratos de carbono de absorción lenta, como arroz, pasta o cereales (es importante comerlos de forma controlada, si hacemos ejercicio), así como proteínas de origen animal y vegetal (carne, pescados mejor azules que son una buena fuente de ácidos grasos de buena calidad).
-Las frutas, como el pomelo, naranjas o kiwis, que son ricos en antioxidantes como la vitamina C y los bioflavonoides. Sin olvidar la piña que es muy diurética, ayuda a depurar y se digiere bien. O los tomates: ricos en licopeno que es un antioxidante.
-Y, por último, no olvidar el aceite de oliva, que aporta vitamina E y antioxidantes. Cuidado, eso sí, con la cantidad, ya que 1 gramo de grasa tiene 9 kilocalorías.
Planificar
En ocasiones, la clave es cambiar hábitos sencillos de nuestro día a día, que pueden ayudarnos a conseguir este objetivo.
-Planificación en nuestros menús y nuestra lista de la compra.
-No improvisar. No ir nunca a realizarla con hambre o sin llevarla detallada.
-Evita tener en tu casa o al menos al alcance de la vista aquellos alimentos que sabés que te gustan y que no debés comer.
-Movete: ir al gimnasio, salir a caminar, practicar un deporte que te guste y se adapte a tus condiciones físicas es vital si querés perder peso. Una buena opción es caminar diariamente 45 minutos, y subir escaleras caminando. Usa el coche sólo cuando sea imprescindible y bájate una o dos paradas antes del trasporte público y llega caminando a tu destino.
-Controlá, además, la ingesta calórica.
-Dedicá un tiempo a comer y ser conscientes de que estás comiendo y cómo lo comes para tener y reconocer nuestro nivel de saciedad. Es importante comer despacio, masticando los alimentos. La comida debe durar mínimo 20 minutos que es el tiempo que tarda en llegar la orden de saciedad al cerebro.
-Es muy importante, no picotear.
-Lleva siempre algo de comida sana, como una fruta o un yogur en el bolso o la mochila, o bien en el coche por si tienes hambre y así no recurrir a lo primero que tengas a mano.
-Tener en tu lugar de trabajo si es posible jamón de pavo, fruta o yogures para hacer los tentempiés de media mañana y media tarde.
-Es importante cómo cocinas los alimentos. Lo mejor es optar por métodos de cocción como el vapor, microondas, asados al horno o a la plancha, papillote…
Crear hábitos duraderos
Además que busquemos incorporar hábitos en vez de poner todo tu foco en un resultado final. Poner todo tu foco en el resultado te llevará a vivir esperando al día que lo consigas, mientras que cuando lo que buscas es crear hábitos es más posible que disfrutes cada paso dado y que tus propósitos duren más en el tiempo. Un ejemplo: Hacer una dieta para perder x kilos es un propósito con resultado final. El día que pierdas esos kilos volverás a tus hábitos de siempre, mientras que: Aprender a comer de forma saludable busca incorporar un hábito y es para toda la vida.