Los aceites esenciales empleados en la aromaterapia tienen importantes propiedades antiinfecciosas (antibacterianas y antivirales), antiinflamatorias y fungicidas. Por esta razón, suelen emplearse como complemento de los tratamientos tradicionales en situaciones como:
Además de estas aplicaciones, otros beneficios destacados de la aromaterapia son:
A pesar de que la medicina tradicional no reconoce abiertamente los beneficios de la aromaterapia, son muchos los especialistas médicos que recomiendan a sus pacientes esta técnica como complemento a sus tratamientos.
En este sentido, ya hay estudios que demuestran las mejoras que produce esta terapia, por ejemplo, en pacientes con cáncer. Por un lado, porque los tratamientos con aromaterapia disminuyen los niveles de estrés y depresión que suelen presentar estos pacientes, contribuyendo a que mejoren tanto su estado psíquico como su calidad de vida. Por otro, porque la aromaterapia influye y potencia el sistema inmunológico, pieza clave para la recuperación de dichos pacientes.