Si quieres que tu jardín ofrezca un aspecto agradable es importante que le des los cuidados que requiere. Y uno de ellos consiste en tratar de eliminar las malas hierbas que pueden crecer por todas partes, arruinando la imagen de tu precioso jardín o estorbando entre los cultivos de tu huerto.
Sin embargo, la tarea no es nada fácil. Tendrás que estar vigilante y utilizar todas las armas a tu alcance para controlar la aparición de estos molestos hierbajos. Toma nota de las soluciones que mejor funcionan.
Lo primero que debes saber es que las malas hierbas no son fáciles de erradicar. Cuando piensas que ya has conseguido borrarlas de la faz de la tierra (de tu jardín) vuelven a resurgir. Por algo dice el frefrán “mala hierba nunca muere”…
Sin embargo, no siempre es cierto. Para demostrarlo resulta fundamental conocer los diferentes métodos que existen con el fin de utilizar el más adecuado en cada momento, o incluso combinarlos si es necesario.
Puedes tratar de arrancar las malas hierbas de forma manual, emplear herbicidas o utilizar una desbrozadora.
La respuesta a esta pregunta es no. Y, de hecho, del tipo de mala hierba que aceche a tu jardín dependerá la manera de erradicarla, y también lo fácil o complicado que te va a resultar.
Las malas hierbas pueden ser anuales o perennes. Las primeras surgen a partir de semillas y viven solamente unos meses en los que crecen, sueltan sus semillas y mueren. La mayoría de las malas hierbas son de este tipo.
Por el contrario, las malas hierbas perennes pueden vivir durante muchos años, a pesar de nuestro afán por exterminarlas. Nosotros las arrancamos, pero es difícil acabar con las raíces subterráneas y vuelven a rebrotar una y otra vez.
Afortunadamente, cada vez que las arrancamos se van debilitando y al final conseguimos acabar con ellas, pero se requiere paciencia y trabajo.
Una de las alternativas más sencillas que tienes para acabar con las malas hierbas del huerto o del jardín es arrancarlas con las manos, siempre que tu jardín no sea demasiado grande. Puedes ir trabajando por zonas, utilizando una azada pequeña o escardillo, una herramienta especial para este fin.
Para conseguir mejores resultados riega el terreno el día anterior para que esté más blando y húmedo y te resulte más fácil arrancar los hierbajos.
A la hora de trabajar en el jardín es interesante ayudarse con algunas herramientas que suponen una gran ayuda para los trabajos más duros como el de quitar las malas hierbas. Una desbrozadora es una máquina muy práctica a la que le darás mucho uso.
Cuenta con un hilo de plástico o nylon que sirve para cortar todo tipo de maleza a ras de suelo. Aunque no mata las hierbas perennes, sí acaba con las anuales y mantiene limpio el jardín.
La desbrozadora sirve también para perfilar los bordes del césped. Solo tendrás que ser cuidadoso para no dañar la base de arbustos y árboles, ya que podrías producirles heridas problemáticas.
Cuando las malas hierbas se resisten es el momento de utilizar un método que suele dar buenos resultados: el herbicida.
Tendrás que pensar cuál es el más adecuado para tu jardín. Para uso doméstico se suelen emplear herbicidas que se aplican sobre las hojas. Estos pueden ser de contacto o sistémicos.
– Los herbicidas de contacto destruyen tallos y hojas pero no llegan a las raíces.
– Los sistémicos, por el contrario, se aplican en las hojas desde donde son absorbidos de forma que llegan a toda la planta, también a las raíces, y acaban con ella.
Además, hay otro tipo de clasificación que se aplica a los herbicidas:
– Herbicida total: es el que se aplica y mata todo tipo de planta sobre la que cae.
– Herbicida selectivo: ataca a un tipo concreto de plantas. Por ejemplo, existen herbicidas específicos para maleza de hoja ancha y otros para maleza de hoja estrecha.