Mientras que algunas personas tienen la costumbre de no desayunar, otras no pueden empezar el día sin haber disfrutado una infusión caliente y un alimento. Siempre se escucha (una y otra vez) que el desayuno es la comida más importante del día… y ¡es cierto! Es que se repitió tanto que puede que dejemos de darle importancia. Después de varias horas de sueño y sin que hayas consumido algo, tu cuerpo requiere calorías para funcionar.
Cuando estudias, trabajas o haces cualquier otra actividad sin haber disfrutado un buen desayuno, te estás perdiendo de por lo menos un cuarto de las calorías que necesitas durante el día. Haciendo una analogía, el cuerpo requiere el desayuno al igual que un auto o una moto necesitan nafta para arrancar. La receta del desayuno ideal no está tallada en piedra. Puede variar tanto como gustes, pero debe contar con algunos alimentos básicos: frutas, lácteos, harinas integrales (en lo posible), alguna proteína como carne, pollo o pescado, entre otros.
El secreto está en que respetes el tamaño de las porciones y no te excedas. ¿Sabías que tus manos te dicen cuál es el tamaño ideal de la ración de proteína que debes comer? El ejercicio es igual para los demás tipos de alimentos, así que consulta cómo medir las porciones correctas con el tamaño de la palma de tu mano. Esta es la herramienta más cercana y simple que disponemos para medir las cantidades de los alimentos para llevar una dieta saludable.