Cuando se termina una relación, el proceso de separación no suele ser agradable. Sin embargo, algunas personas son capaces de mejorar su imagen y seguir adelante; mientras que otras “entran en lapsus” durante meses y años sufriendo por lo sucedido. Esto perjudica sus posibilidades de encontrar con éxito nuevas relaciones. ¿Qué marca la diferencia entre estos dos tipos de personas? El cambio de mentalidad.
Tras una ruptura amorosa puede que te sientas herido, traicionado o asustado ante la idea de estar solo. Es posible que incluso te obsesiones con tu ex pareja y sientas celos de la persona con la que está saliendo ahora. Puede que te sientas poco atractivo y que no eres digno de amor.
Esto, que suena tan triste, es algo normal. De hecho, las investigaciones muestran que las rupturas nos llevan a vernos a nosotros mismos y a los demás de forma más negativa. También hace más improbable que empecemos una nueva relación y, de conseguirlo, aumenta las posibilidades de que sea una relación poco saludable.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford analizó los efectos de nuestras historias personales en relación con la ruptura sentimental y su relación con el malestar psicológico y nuestra capacidad de ajustarnos a la situación.
Después de una ruptura, la mayoría de las personas tratan de dar sentido a lo ocurrido preguntándose por qué sucedió, si fue por su culpa o qué posibilidades tienen en el futuro de encontrar un nuevo amor. La manera de responder a estas preguntas pueden ayudarnos a hacer frente a la situación o volvernos más vulnerables frente al daño psicológico.
Distintos puntos de vista
Según los investigadores, miramos a otras personas como fuentes de información sobre nosotros mismos. Por lo tanto, el rechazo de alguien que creemos que nos conoce bien puede ser particularmente devastador.
Sin embargo, las personas tienen diferentes puntos de vista acerca de lo mucho que podemos crecer y cambiar. Las personas que ven su personalidad y atributos como algo fijo e inmutable, es decir, de mentalidad fija, son más propensas a atribuir la ruptura a los aspectos negativos de sí mismos. Por lo tanto, para este tipo de mentalidades, rememorar la ruptura pone de relieve las propias deficiencias y comienza a aparecer la culpabilidad.
Por otro lado, las personas que ven sus rasgos de personalidad como algo cambiante y tienen una mentalidad de crecimiento tienden a crear historias menos perjudiciales sobre la ruptura. Así, pueden ser más capaces de verla como una oportunidad de crecimiento y esperar a tener una relación mejor en la siguiente oportunidad.
En varios estudios, los investigadores encontraron que los participantes con mentalidad fija eran más propensos a atribuir la ruptura a sus personalidades tóxicas y a unos atributos negativos que seguirían siendo un problema en las relaciones futuras.
Entonces ¿Cómo superar una ruptura?
Para superar una ruptura de manera saludable es importante cambiar de actitud y evolucionar hacia una mentalidad de crecimiento. Para realizar el cambio podés hacer lo siguiente:
Analizá honestamente las razones de la ruptura, pero sin asumir innecesariamente más culpa de la que te corresponda. En todo tipo de relaciones todas las personas implicadas tienen parte de responsabilidad en los problemas que surjan. En las relaciones de pareja ocurre lo mismo. Asumí tu parte de culpa, pero huí del victimismo.
Cargar con más responsabilidad de la que te toca no te hará bien y no solucionará nada, más bien perjudicará la imagen que tenés de vos mismo y dificultará tu posibilidad de mantener relaciones saludables en el futuro.
¿Qué defectos debo mejorar?
Hay muchos factores personales que pueden desencadenar un conflicto de pareja que termine con la ruptura. Algunos son transitorios, otras veces el problema llega por cuestiones externas. Lo importante es saber qué falló y en qué medida eso se puede evitar o cambiar en el futuro. Muchas veces las circunstancias no favorecen las relaciones.
Es una experiencia común
A pesar del dolor que sentís por la ruptura, recordá que no sos el único que terminó una relación sentimental. No sos el único al que dejaron o engañaron o el único que tuvo que cortar con su pareja. Por mucho dolor que sientas, lo podés superar, como lo hicieron tantas y tantas personas.
Aprender de la experiencia
Tras una ruptura aprendés muchas cosas. Pero no te dejés llevar solo por lo negativo. Esa relación te ofreció muchas cosas buenas. No te centres solo en lo negativo. De lo negativo podés aprender también en términos de buscar soluciones. Pero si te centras solo en eso te invadirá el pesimismo y el miedo, lo que dificultará tus relaciones futuras.
Con independencia de la forma en la que haya producido, después de una ruptura siempre queda esperanza. Ya no de recuperar la relación, sino de no darte por perdido a vos mismo. En la vida hay ciclos y el amor no deja de ser uno de ellos, de manera que, anclarte en él cuando la relación se terminó, sólo va a aumentar tu sensación de ahogo.
Cerrá el ciclo, dejalo ir. Para poder amar nuevamente, tenes que amarte a vos mismo. La persona indicada aparece y no se vá, si se fue, es porque no lo era. No te engañes más ni esperes lo que no va a volver a suceder.