La idea es que se vean, así que la opción más elegante para la oficina es una falda que muestre los tobillos. Sin medias, por supuesto, y con acentos un poco más livianos como una cartera pequeña o unos anteojos de moda.
No hay nada más sexi que el contraste entre el aire masculino de los borcegos y un vestido o una falda de encaje o de gasa: combinándolos cortamos con el exceso ladylike, un gesto necesario a la hora de salir a conquistar el mundo.
El estilismo de fin de semana de otoño, cuando queremos estar bien pero no tenemos muchas ganas de hacer un esfuerzo extra. Con medias negras opacas, de red o con piernas desnudas, es un look apto también para salir de noche.