¿Te considerás una persona con capacidad de innovar? ¿Qué tantas ideas creés que te pueden surgir en un día y cuántas crees que impactan tu vida personal y profesional? Si consideras que no tenes este “don” o que solo es propio de gerentes o presidentes de grandes compañías, te equivocás. ¡Ser más innovador y creativo en tu vida es posible!
Cada vez son más las empresas que adoptan la innovación como un estilo presente en todos sus procesos. Innovar implica renovar, introducir cambios, repensar para mejorar. ¿Qué tan seguido haces esto? Imaginá que realizas algo con frecuencia. ¿Qué pasaría si hoy lo haces de manera distinta?
La innovación y la creatividad no se limitan al trabajo. Transformar tu vida en familia, lo que haces en tu tiempo libre o en cualquier proyecto personal, está en tus manos. Pensá cómo darle la vuelta a lo más simple, no necesariamente por un compromiso, sino por tu salud mental y física. Tu cerebro requiere ejercitarse para mantenerse activo.
Fomentá tus habilidades para innovar y ser más creativo practicando simples cambios. Lograrás ser más productivo e imaginativo, y darás mucho más de vos en los espacios y ámbitos donde te desenvuelves:
Mirar ¡como si fuera la primera vez!
Si vas a hacer algo, no te quedes con un solo camino, forma o método. ¿Qué otras alternativas tenes para salirte del molde? ¿Escuchaste la frase de que la visión de alguien que acaba de llegar a un proceso —sin contexto alguno— es sumamente valiosa? Mirar todo como si fuera la primera vez servirá para que se te ocurran cientos de oportunidades de resolución y optimización. Cambiá tu mirada y sentite como si hubieras acabado de llegar.
¡Escribí, dibujá y pintá!
Si tenes una idea, sin importar qué tan grande o chica que creas que sea, registrala en un cuaderno, diario o tablero. Escribila, dibujala, construíla con palabras o gráficos, hacé un mapa, pintá… lo importante es que no la dejes en el aire. Una idea o pensamiento —de los 70 000 que alguien tiene en un día— puede ser el comienzo de un proyecto o cambio increíble en tu trabajo o vida personal.
Desafiate todo el tiempo
No dejes que tu cerebro se acomode con una actividad o el hecho de no poder lograr algo. Si lo alcanzaste, felicitate y continuá esforzándote para hacerlo mejor. Si no pudiste, seguí intentando hasta que consigas el resultado final con éxito. No seas conformista.
Hablá con personas diferentes
Puede que tengas la razón en algunas cosas, pero no siempre en todo. Escuchá al otro y valorá lo que tiene para aportarte. La diferencia en cualquier ámbito es una oportunidad para acercarte a múltiples ideas, visiones y opiniones que te ayudarán a crecer y construir nuevos pensamientos. Ser más creativo implica aprender de los demás para crear o cocrear, es decir, trabajar en equipo.
Modificá tu rutina y juega en el camino
Tratá de revolcar un poco tus días. Si siempre elegís el trayecto A para regresar a tu casa, probá con el B. Cambiar de rutina no sólo fomenta la creatividad y capacidad de innovación, sino que te ayuda a prevenir el alzhéimer.