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Se acercan las épocas de alergias y para prevenir su aparición, o sus molestos síntomas cuando la persona ya ha desarrollado la afección, lo más importante es evitar el contacto con los alérgenos, es decir, todas aquellas sustancias que desencadenan la reacción exagerada del sistema inmunitario. Sin embargo, esto no siempre es posible, ya que vivimos rodeados de sustancias potencialmente alergénicas; debemos, por tanto, seguir una serie de recomendaciones para minimizar al máximo el contacto con todas esas sustancias que pueden provocar la reacción alérgica, especialmente cuando ya sabemos cuáles son. Los padres, además, pueden tomar ciertas medidas para proteger a sus hijos mientras son pequeños, y reducir así el riesgo de convertirse en alérgicos.
Estos son los consejos más útiles para prevenir las diferentes alergias existentes:
Evita lugares que concentren más cantidad de polen: parques, jardines, entornos rurales… Si no es necesario, no salgas a caminar los días muy ventosos porque el viento arrastra grandes cantidades de polen. Si tienes que salir, utiliza gafas para protegerte los ojos, e incluso una mascarilla. Si viajas en coche, hazlo con las ventanillas cerradas.
Las mayores concentraciones de polen se producen a primeras horas de la mañana (entre las 5,00 y las 10,00) y a últimas de la tarde (19,00 a 22,00), así que no hagas ejercicio u otras actividades al aire libre en ese horario, y mantén las ventanas de casa cerradas.
Es conveniente que tengas una secadora en casa, o al menos coloca un tendedero en el interior de la vivienda para que la ropa no permanezca al aire libre y se llene de polen.
Cuando vuelvas a casa, dúchate, lávate el cabello y cámbiate de ropa, para eliminar los restos de polen que se hayan podido quedar adheridos a las prendas y a la piel.
No tengas en casa plantas que te resulten alergénicas.
La decoración de la casa es muy importante en este tipo de alergia. Cuantos menos muebles y, sobre todo, adornos, menos superficies susceptibles de acumular polvo y, consecuentemente, ácaros (un gramo de polvo puede contener cientos de ácaros).
Por la misma razón, debes evitar los suelos llenos de alfombras, grandes cortinajes, los peluches, las sillas tapizadas…
La ropa debe permanecer dentro de los armarios cerrados, no colgada durante días en un perchero, o encima de una silla.
Los suelos de madera y, sobre todo, los de cerámica, son los mejores. Es mejor que la limpieza la realice una persona no alérgica; si esto no es posible, ponte una mascarilla, pasa la aspiradora y friégalo el suelo después.
Las paredes, mejor lisas, y que se puedan limpiar con facilidad. Para guardar los libros, emplea vitrinas o estanterías cerradas.
Ventila la casa con frecuencia para evitar la humedad, ya que estos animales microscópicos proliferan con temperaturas superiores a los 20 ºC y humedades comprendidas entre el 70 y el 80%.
Las almohadas y los colchones son auténticos reservorios de ácaros, por lo que es necesario que estén fabricados con materiales sintéticos, o enfundados en materiales no permeables. Debes lavar la ropa de cama con frecuencia, con agua a más de 65 grados. También puedes utilizar fundas anti-ácaros para proteger el colchón, las almohadas y los sofás, que son los lugares preferidos de estos seres microscópicos.
En el dormitorio, elimina objetos decorativos como cuadros, posters, muñecos y peluches. En las habitaciones de los niños, los juguetes deben guardarse en armarios o cajones después de su uso. Si es posible, mantén la temperatura de la habitación entre 18 y 20 ºC.
Evita los lugares con mucho polvo.
Prevención de la alergia a caspa o pelos de animales
No tengas mascotas en casa, y ten el mínimo contacto con las mascotas de tu familia y amigos, sobre todo si se trata de gatos. Si visitas a alguien que convive con gatos, es necesario que hayan aspirado la casa antes de tu llegada, y no debes tocar a los felinos ni permanecer en la misma habitación con ellos. Cuando vuelvas a casa echa a lavar toda la ropa que hayas llevado puesta, pues seguramente estará impregnada con su caspa, ya que es muy difícil de eliminar, incluso con medidas higiénicas adecuadas.
Prevención de la alergia cutánea
Utiliza ropa confeccionada con tejidos naturales como algodón o lino, y evita la lana y las fibras sintéticas.
Debes lavar la ropa, incluso la de cama y aseo, con detergentes que no contengan agentes irritantes.
Cuando te bañes, hazlo con agua templada y no permanezcas mucho tiempo en remojo.
En tu higiene corporal, utiliza productos no alergénicos, que respeten el pH de la piel.
Debes secarte con cuidado, empleando toallas suaves y sin frotar la piel, pero comprobando que no queden zonas húmedas. Es conveniente que después te hidrates con una crema adecuada a tu tipo de piel.
Evita los cambios bruscos de temperatura y humedad. El sudor puede empeorar los síntomas.
No te rasques ni fricciones la piel aunque te pique, puedes provocarte heridas que agraven la lesión.
Evita exponerte al sol si te salen manchas en la piel, y utiliza ropa y un protector solar adecuados si vas a permanecer al aire libre, aunque esté nublado.
En el caso de las dermatitis de contacto, evita todos aquellas sustancias que desencadenen los síntomas. Comprueba la composición de los productos de limpieza, aseo personal, maquillaje, etc. por si contuvieran alérgenos.
Prevención de la alergia a las picaduras de insectos
No es una alergia frecuente, pero puede resultar grave y conllevar complicaciones, como episodios de anafilaxia. Normalmente, la reacción alérgica se produce por picaduras de insectos tan comunes en nuestro medio como avispas, abejas y mosquitos, por lo que evitar los lugares donde proliferan es la medida preventiva más eficaz. Por lo tanto, si eres alérgico a las picaduras, tendrás que privarte de salir al campo en primavera y verano. Aléjate también de los parques y jardines, y de las piscinas que tengan zona verde y vegetación.
No camines descalzo. Es mejor que evites las sandalias y utilices calzado cerrado.
Coloca mosquiteras en las ventanas de tu vivienda. Si tienes terraza, no coloques plantas en ella porque atraerán a los insectos.
En primavera y verano, procura permanecer en sitios cerrados. Las terrazas al aire libre donde la gente come y bebe suelen ser lugares muy frecuentados por avispas y mosquitos.
No te pongas ropa de colores vistosos, como el amarillo o el naranja, o perfumes fuertes, si vas a caminar por la calle.
Procura que otra persona se encargue de tirar la basura al contenedor, porque los insectos también suelen pulular por donde hay restos orgánicos.
Si tu alergia a los insectos es severa, debes llevar siempre encima epinefrina autoinyectable, y acudir a un centro médico inmediatamente después de la picadura.
Si tienes síntomas como dificultad para respirar, urticaria, mareo, náuseas, tensión arterial baja, hinchazón de la garganta o lengua, picazón o inflamación importantes, puede tratarse de una reacción alérgica grave (aunque nunca antes te haya ocurrido) y debes consultarlo con un médico.
Prevención de la alergia alimentaria
Debes conocer los alimentos que te producen alergia para evitar su consumo. Coméntalo con tu médico y hazte una prueba para detectarlos. Recuerda que entre los alimentos que provocan alergia con más frecuencia están: leche, huevos, pescado, mariscos, frutos secos, chocolate y cítricos.
Cuando comas fuera de casa, es necesario que te informes sobre los ingredientes de los guisos y salsas.
Lee atentamente las etiquetas de los alimentos envasados para asegurarte de que no contienen ni siquiera trazas de los alimentos a los que eres alérgico. Algunos conservantes, potenciadores del sabor y colorantes también pueden resultar alergénicos.
Prevención de la alergia a medicamentos
Algunos medicamentos pueden ocasionar alergias respiratorias, como la aspirina y sus derivados, los salicilatos (presentes en cremas para aliviar los dolores musculares, entre otros productos), antiinflamatorios, y algunos fármacos que se emplean para controlar la tensión arterial.
Advierte siempre a los profesionales sanitarios si eres alérgico a algún medicamento, porque otros fármacos pueden compartir la misma sustancia alergénica. También debes avisarles si eres alérgico a ciertos alimentos porque algunas vacunas, por ejemplo, contienen componentes del huevo
No fumes, y no frecuentes lugares donde se concentre humo de tabaco, porque esta sustancia incrementa la respuesta alérgica y reduce los factores de defensa de la mucosa respiratoria frente a las infecciones.
Evita los cambios bruscos de temperatura y, en épocas de epidemia de gripe o catarro, procura no permanecer mucho tiempo en lugares cerrados donde haya mucha gente (centros comerciales, cines, restaurantes…), ni tener contacto con personas que tengan algún tipo de infección respiratoria.
Protege tu piel del sol. Utiliza una crema protectora adecuada para tu tipo de piel si vas a exponerte a la luz solar, aunque no sea verano.
Los olores fuertes que desprenden algunos productos también pueden originar alergia y agravar los síntomas y molestias. Si eres alérgico, ten cuidado con alimentos como salsas picantes y vinagre, perfumes, lacas, desodorantes, acetona, alcohol, y productos de limpieza para el hogar, entre otros.