Un informe científico internacional advierte que entre 2012 y 2016 la iluminación artificial nocturna aumentó casi un 9% a escala global; advierten de los peligros en la salud humana y que desorienta a los animales.
Las luces LED revolucionaron la forma de iluminar las ciudades en todo el mundo, generando más eficiencia eléctrica y brindando más luminosidad que las lámparas de fibra de carbón.
“Se suponía que provocarían una revolución energética, pero la popularidad de las luces LED está generando un aumento de la contaminación lumínica en el mundo, con consecuencias nefastas para la salud humana y animal”, aseguraron investigadores de Alemania y Estados Unidos en un informe científico.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, se basa en datos satelitales que muestran que la noche de la Tierra se está haciendo más brillante, y las áreas exteriores iluminadas artificialmente crecieron a un ritmo del 2,2% anual entre 2012 y 2016, lo que hizo que creciera a escala global casi un 9% en tan solo cuatro años.
Los expertos dicen que es un problema, porque las luces nocturnas interrumpen nuestros relojes biológicos y aumentan los riesgos de cáncer, diabetes y depresión.
Para los animales pueden ser fatales, ya sea atrayendo insectos o desorientando a las aves migratorias o las tortugas marinas.
El tema no son solo las luces LED, que son más eficientes porque necesitan menos electricidad para proporcionar la misma cantidad de luz, explicó el autor principal Christopher Kyba, físico del centro alemán de investigación para geociencias GFZ. El problema es que la gente sigue instalando más y más luces, dijo a periodistas en una conferencia telefónica.