La piel va a agradecernos si evitamos los alimentos procesados y obviamos la fast food. Estos alimentos carecen de los nutrientes más importantes, como vitaminas del complejo B, fibra y hierro.
También está desaconsejado excederse en la ingesta de postres. No es simplemente una cuestión de calorías. Generalmente, son ricos en azúcar y a este alimento se lo relaciona con diferentes problemas digestivos que, a la larga, perjudican la salud y la piel.
El exceso atrae la humedad hacia fuera de las células de la piel, provocando que los tejidos se inflamen y que haya pérdida de elasticidad.
Disminuyen la cantidad de suministro de oxígeno a las células, especialmente las de la piel.
El nivel de glucosa equilibrado en la sangre es fundamental para una piel hermosa. Las gaseosas son ricas en azúcar, edulcorantes artificiales y cafeína, por lo que hay muchas posibilidades de que estas bebidas puedan promover una serie de problemas cutáneos.
No, tampoco las dietéticas
Estas contienen edulcorantes artificiales como el aspartamo que puede aumentar la ansiedad. Además, la cafeína aumenta el nivel de estrés. Al pasar por momentos de estrés, la piel se va privando de sangre y oxígeno lo que provoca que se vea deslucida.
Sí bien es cierto que muchas investigaciones han demostrado que un consumo prudencial de alcohol puede tener algunos beneficios para la salud, beber en exceso puede resultar graves efectos secundarios. El alcohol deshidrata la piel al igual que lo hace el sodio.