Los espacios abiertos (open concept) continúan siendo tendencia desde que surgiera, hace décadas, la fiebre por los lofts. Y aunque tienen muchas ventajas, también presentan algún que otro inconveniente, y no siempre resultan prácticos.
Si vives en una casa diáfana, en la que los diferentes ambientes comparten el mismo espacio, necesitarás ideas para separarlos sin necesidad de hacer tabiques ni meterte en costosas obras.
Se abre ante nosotros un reto considerable: separar diferentes ambientes sin tirar por la vía fácil de alzar tabiques. No se trata de compartimentar el espacio planteando una reforma que coloque muros de pladur aquí o allá, sino de crear divisiones ligeras y sencillas, sin obras.
Muchas de ellas consisten en instalar elementos divisorios que pueden llevar cierta complejidad, pero siempre sin tener que reformar el espacio, de forma que este no pierda ese concepto abierto que nos gusta.
Son una solución muy ventajosa a la hora de separar ambientes, ya que nos permite dividir sin perder amplitud. Como no se impide la circulación libre de la luz natural, los espacios no parecen más pequeños ni se resta luminosidad al espacio.
Además, este tipo de cerramientos son fáciles de instalar. Puedes optar por perfilería en negro o en blanco, en función de tus preferencias.
Los paneles acristalados son, por ejemplo, una buen alternativa para cerrar una cocina americana. Así acabamos de un plumazo con problemas de humos y olores.
Utilizar determinadas estanterías o librerías de un tamaño importante puede ser una buenísima opción para separar dos ambientes.
Se colocan a modo de tabique divisorio y cumplen, además, una función práctica de almacenaje, ayudando a mantener el orden en casa.
Una buena idea es elegir muebles que no suban hasta el techo, de forma que no se interrumpa totalmente la circulación de la luz. Si quieres integrar la estantería-tabique en el espacio elige un modelo del mismo color de las paredes.
En ambientes amplios y espaciosos el sofá (o los sofás) pueden convertirse en muebles capaces de acotar los distintos espacios, delimitando la zona de estar.
Para lograrlo no lo coloques junto a la pared, sino en el centro del salón para que actúe como elemento divisorio.
Una buena idea para acentuar esta distribución es añadir alfombras que ayuden de delimitar cada zona.
Un gran invento que nos ayuda como pocos no solo a mitigar la falta de espacio, sino también a separar ambientes de una manera muy práctica. Instalar unas puertas correderas para cerrar una zona del salón, por ejemplo, es una gran idea.
Cuando queramos contar con un espacio amplio y diáfano podemos abrirlas totalmente, y cerrarlas si necesitamos separar las dos zonas.
También es interesante utilizar puertas correderas a la hora de separar dos dormitorios infantiles, por ejemplo, o una habitación y un estudio. Las puertas correderas actúan a modo de tabique con la posibilidad de abrirlas y conectar ambas estancias.