¿Se te mueren hasta los potus?, ¿no sobreviven ni los cactus?, ¿Ninguna planta te dura?. Probablemente sí, y eso tiene que ver con que, como todo ser vivo, las plantas necesitan estar en determinadas condiciones que, quizás, no les estemos ofreciendo. Ellas nos comunican sus necesidades a su manera -con hojas que se van marchitando, enrulando o perdiendo el color, por ejemplo-, y si no logramos identificarlas, es probable que lleguemos tarde a la solución y nuestra palmera, helecho o suculenta favorita, no sobreviva al ambiente que le proveímos. En esta nota te ayudamos a identificar los trastornos de las plantas de interior, sus síntomas, las posibles causas y el modo de recuperarlas.
causas: Riego excesivo. Recuperación: Reducí la frecuencia y el volumen de riego. Si los síntomas continúan, aplicá un fungicida.
causas: Exceso de luz. Recuperación: Ubicá la planta en un lugar con menos luz directa.
Observar las respuestas de las plantas ante los cambios en las condiciones que les ofrecemos, es vital para aprender a detectar sus necesidades.
Posibles causas: Escasez de luz. Recuperación: Ubicala en un lugar más luminoso, pero sin sol directo.
Posibles causas: Abono excesivo, exceso o falta de riego.Recuperación: Evaluá la situación. Si el problema es el abono, regá abundantemente tres o cuatro veces. Si es el exceso de riego, dejá secar entre siete y diez días. Si faltó agua, regá.
Posibles causas: Escasez de luz o deshidratación. Recuperación: Colocala en un lugar más luminoso o poné recipientes con agua al lado de la planta.
Posibles causas: Temperatura demasiado baja o exceso de abono. Recuperación: Situá la planta en un ambiente más cálido o lavá el sustrato regando abundantemente y escurriendo después el exceso de agua.
Posibles causas: Temperatura demasiado alta y falta de humedad. Recuperación: Ubicala en un lugar más fresco. Alejala de las fuentes de calor directo.
Cada especie requiere determinadas condiciones de luz y agua: proveérselas es fundamental para que la planta sobreviva.
Posibles causas: Exceso de luz. Recuperación: Situá la planta en un punto menos expuesto a la luz.
Posibles causas: Temperatura excesiva o falta de abono.Recuperación: Situala en un lugar más fresco o agregá cada quince días un fertilizante equilibrado.
Posibles causas: Luminosidad excesiva. Recuperación: Si la planta tiende a marchitarse, cuando haya más luz situala en un lugar en que no le dé directamente.