Al momento de empezar una relación, hay un montón de factores que se tienen que tener en cuenta. Pero sin duda, la madurez de la persona que será (o no) elegida para ser tu pareja es la decisiva. ¿Por qué? La madurez no es cuestión de edad cuantitativa, ni de terminar una carrera o tener o no trabajo. La madurez tiene que ver con la forma en la que las personas logramos interpretar las experiencias de nuestra vida y cómo reaccionamos ante ellas. ¿Cómo reaccionan entonces las personas en los distintos grados de crecimiento? Así:
Características de la personalidad madura o funcional
Las personas que funcionan bien, guiadas por sus necesidades, suelen tener un conjunto muy rico de experiencias bien aceptadas y asimiladas. Sienten sus emociones sin distorsionarse, y pueden activar su energía y movilizarse en la dirección correcta. Tienen una gran capacidad discriminativa para identificar las experiencias satisfactorias y rechazar las inconvenientes o separarse. Tienen todo un arsenal de posibilidades y alternativas que les dan flexibilidad para adaptarse a las diferentes condiciones vitales, lo que les garantiza el equilibrio y el bienestar.
Características de la personalidad inmadura o disfuncional
Los individuos disfuncionales, en cambio, pueden tener pocas experiencias o muchas pero mal aceptadas o asimiladas, o estar pegados a situaciones inconclusas. Distorsionan sus emociones, y eso dificulta que se movilicen y utilicen sus recursos correctamente. Todo esto les impide vivir en el aquí y ahora la experiencia, y poderse enriquecer con esta experiencia y madurar.
Otras dificultades que podrían encontrar serían las siguientes: no sienten sus sensaciones; las sienten pero se bloquean en identificarlas, lo que hace que las transformen en amenazantes y por ello las repriman; dan cuenta de lo que necesitan, pero no desarrollan suficiente ímpetu para ejecutar lo que saben que es adecuado para ellos; tienen energía, pero no les es posible encarrilarse la para conseguir lo que desean; presentan dificultades para discriminar las experiencias; no pueden reponer después de alcanzar una meta, y así están en continuo movimiento, sin poder asimilar adecuadamente su experiencia. Todo esto generaría insatisfacción y sufrimiento, que se manifestarían por diferentes síntomas.
Es por eso que a la hora de elegir una persona para comenzar una relación, los hombres (o mujeres) que son inmaduros, por lo general no serán claros con sus sentimientos. No tendrán proyección a futuro y probablemente, terminen ahogando la relación en un círculo vicioso de celos o nimiedades. ¿Este post te hizo pensar acerca de tu relación amorosa? No te preocupes, aprendé los hábitos que tienen las parejas de larga duración.