Nos acercamos a una época del año muy especial, la Navidad, y es el momento oportuno para regalar un buen perfume. Pero no es fácil elegir ante tanta variedad de matices. Detrás del mundo de los perfumes se esconden muchas curiosidades. ¿Sabías que los aromas no huelen igual en las rubias que en las morochas? ¿O que con la edad el sentido del olfato se debilita? Especialistas en el tema, afirman que el olfato es el sentido más instintivo que tenemos, ya que los aromas van directamente al sistema límbico, la parte del cerebro más primitiva, donde se procesan las emociones y la memoria. Por esa razón, un olor puede despertar memorias muy lejanas de forma más viva que una imagen.
También, una fragancia nos gusta (o desagrada) de forma muy intuitiva e inmediata. A diferencia de las sensaciones recibidas a través del gusto o del tacto, que han de llegar al cerebro a través de las neuronas y de la médula espinal, la respuesta olfativa es inmediata, puesto que llega directamente de la nariz al bulbo olfativo, que se encuentra en el sistema límbico. Por eso, ¡nunca llevaremos un perfume que nos disguste!.
Cada persona huele distinto. Algo en lo que seguro que te has fijado es que un perfume no huele igual en una persona que en otra. Pero tal vez no sabías que influye incluso el tono del cabello, y es que un aroma desprende un matiz diferente en rubias que en morochas. Las personas tenemos olores propios diferentes a cada circunstancia como puede ser la alimentación, posible medicación o suplementos, edad, productos cosméticos o simplemente el propio entorno en el que nos movamos, es lo que conocemos como la propia química de nuestro cuerpo, esto es lo que va a componer el fenotipo de la persona. Y lo que sabemos es que el fototipo de la piel va muy ligado al fenotipo de la misma. Las personas rubias suelen tener la piel más clara, son del fototipo I y en general pigmentan menos, pero son pieles también más secas y con menos secreción sebácea. El perfume que no deja de tener componentes oleosos, va a ser mucho mas sutiles que en una persona con un fototipo IV, que será con un tono de piel morena y en general segregará junto a la melanina más componentes sebáceos. La producción de grasa en la piel influye mucho, a la hora de reaccionar con los aceites de los perfumes. En pieles grasas, el perfume dura más tiempo, mientras que en las pieles secas, por el contrario, se fija peor el perfume y este dura menos. Por eso, los expertos dan un consejo muy práctico sobre todo si tu piel es seca o vives en una ciudad donde no hay mucha humedad ambiental: la recomendación en estos casos es aplicar crema hidratante en la zona del cuerpo donde vas a aplicar el perfume. ¿Qué consigues? Tarda más en absorberse y, de esta forma, dura más.
– El café, buen aliado para ‘limpiar’ el olfato. Si has decidido probar distintos aromas, seguro que sabes que el sentido del olfato puede llegar a saturarse. ¿Hay solución? Los expertos insisten en que así es, y recomiendan “limpiarlo” oliendo café.
– Por qué se pierde el olfato con la edad. Sí, el paso de los años deja sus secuelas también en el sentido del olfato. Disminuye la capacidad olfativa un fenómeno llamado presbiosmia que se produce aproximadamente a partir de los 60 años. De ahí, tal vez, el hecho de que muchas personas mayores se decanten por aromas más intensos, además de por el hecho de que les recuerda a los matices aromáticos que se llevaban en las décadas de los años 70, 80 y 90, muy potentes.
– Evita pulverizarlo en las joyas. Los expertos sostienen que, además, que no hay que aplicar la fragancia directamente sobre las joyas y bisutería, pues no solo el metal puede distorsionar la fragancia y proporcionar un olor diferente, sino que unido al efecto de la transpiración también hará que la fragancia cambie.
– El tejido también importa. Hay que tener en cuenta que no todos los tejidos muestran los olores de la misma manera. Los tejidos naturales como la lana, la seda, el cachemir, el terciopelo, el algodón o el lino exhalan perfectamente los olores, pero no ocurre lo mismo con los tejidos sintéticos. Y, como te comentábamos, cuidado con las manchas imborrables en la seda. Para perfumar la ropa correctamente, vaporiza el perfume a una distancia de 10 cm. El cierre de las camperas y abrigos son las zonas que mejor retienen el olor. Además, no perfumes un tejido con varios productos diferentes, pues si mezclas varios aromas corres el riesgo de obtener un resultado final un tanto desagradable. Por último, si cambias de perfume con frecuencia, evita perfumar la ropa. La fragancia de tu piel será suficiente.
– ¿Cuánto dura? Hay que tener en cuenta también las notas que se utilizan para dar vida a un perfume. Las notas de salida duran hasta 20 minutos, las notas medias aparecen tras los 20 minutos iniciales cuando las primeras han desaparecido y las notas de fondo aparecerán una o dos horas después de la aplicación de la fragancia, por lo que es necesario escoger bien el momento en que aplicamos la fragancia”.
– Aplícalo en las zonas clave. Y por último, algo que tal vez ya sabías, y que nos corroboran los expertos es que, por regla general, se recomienda aplicar el perfume en las zonas de pulso, por ejemplo, detrás de las orejas, en las muñecas, en las clavículas o detrás de las rodillas. No es casualidad, si es preferible aplicarlo sobre estas zonas es porque en ellas la temperatura corporal es más alta y el perfume se evaporará más lentamente. La presión sanguínea corre más cerca de la epidermis, lo que dará como resultado una liberación constante del aroma escogido.