Resulta que la red social que tiene más impacto y movimiento en la actualidad, instagram, está siendo cada vez más utilizada para “encuentros casuales”. Y aunque suene horrible, lo cierto es que tiene la lógica de los programas de televisión que se encargaban de formar pareja: sólo podemos dar corazones (no comentarios negativos). Los boomerangs, historias y demás tienen contenido puramente banal. Ideal para “romper el hielo”. Y como esta red está concentrando a la mayoría de los usuarios, las redes específicas para pactar citas están siendo dejadas de lado.
Muchos usuarios afirman que al presentar más información de los contactos, también se sienten más seguros a la hora de tratar de establecer vínculos. Además, cada usuario de instagram tiene uno previo en Facebook, que probablemente está vinculado. Pero la particularidad y la diferencia es que en Facebook podemos encontrar fotos familiares, eventos de interés, citas o reflexiones. Instagram invita a ser una red hedonista y a presentar nuestra “mejor versión”. La mayoría son fotos, videos, historias de cada uno, solo. Cosa que en otras redes es “mal visto” en insta se pretende mostrar todas las facetas de uno mismo.
¿Bien, mal? ¿Cuál es el rol de las redes en las relaciones sociales contemporáneas? Son miles las cuestiones que nos azotan con estas nuevas prácticas. Lo cierto es que Umberto Eco en “apocalípticos e integrados” ya presentaba las dos posturas frente a estos acontecimientos: o lo amás, o lo odiás. Basicamente.
Creemos que no hay que ser reduccionistas, las relaciones sociales son más que las relaciones virtuales. Pero no hay que perder de vista que hoy las dos forman parte de una misma interacción.