Hay que hacer ejercicio, sin excusas. El sedentarismo resulta perjudicial para tu organismo, por lo que tienes que encontrar hueco y dedicar unos minutos diarios a hacer ejercicio, en el gimnasio, en la calle o en casa. A veces el ritmo del día a día nos lleva por delante y acabamos la jornada dándonos cuenta de que no hemos tenido ni un minuto para hacer deporte. En ese caso, es importante que mantengas la actividad del cuerpo con pequeñas acciones como subir las escaleras y no tomar el ascensor, ir andando a la compra o al trabajo o caminar mientras haces una llamada telefónica.
Los expertos apuntan que pasamos demasiado tiempo pegados a los dispositivos electrónicos. Antes de ponerte a mirar el móvil, céntrate en tus sentimientos, sensaciones o pensamientos. ¿No has pensado que es buena idea, por ejemplo, disfrutar del café por la mañana, saboreándolo y pensado en lo que te hace sentir? ¿O en la gozada que es disfrutar de un placentero paseo por tu ciudad? El objetivo es tratar de ser consciente de los pequeños detalles, analizando tus pensamientos.
Aunque el teletrabajo siga siendo una opción, no hay que descuidarse. Por un lado, será clave adquirir ciertas rutinas de higiene para cuidar la salud, como lavarse las manos para prevenir enfermedades. Pero es que, además, el cuidado del aspecto y limpieza personal no solo será importante para no contraer patologías sino también para conducirse de manera sana en la sociedad en la que uno vive. Y todo con un extra: puedes hacer de la ducha o el baño un momento relajante, pues está lleno de pequeños placeres que estimulan el cuerpo y la mente.
Junto con el ejercicio físico, otro pilar fundamental es la alimentación. La dieta debe ser variada, incluir nutrientes que sean beneficiosos para nuestra salud, y en ella se debe limitar el consumo de azúcares y grasas innecesarias. Pero, además, es importante que adquiramos hábitos diarios que favorezcan a nuestra rutina. ¿Cuáles son? Tratar, por ejemplo, de comer siempre a la misma hora y de forma relajada, tomándonos un tiempo para desconectar, hacer todas las comidas del día sin saltarnos ninguna o evitar picotear entre horas.
Sin duda, el primero que vendrá a tu mente es el tabaco, en el caso de que fumes. Esta vez sí, deja de fumar y reduce el consumo de alcohol. Al hacerlo, notarás las mejoras que afectan directamente a tu cuerpo, capacidades y apariencia. Sentirás una sensación de bienestar y energía para hacer frente al día a día.
Somos seres sociales. Por eso, conectar con familiares y amigos afecta positivamente a la salud física y mental. Seguro que has oído alguna vez eso de ‘amigas medicina’, aplicable también a la familia. Pasar un buen rato rodeado de gente a la que queremos es una de las mejores formas de subir el ánimo y encontrarnos bien. Pero es que, además, las emociones positivas que resultan tras pasar un buen rato con tus seres queridos generan una variación saludable en los ritmos cardíacos que favorece una vida más larga y sana. Trata de buscar un rato para socializar y hablar de temas ajenos a tus problemas para desconectar por un instante de la rutina.