En materia de organización de la cocina, cada uno de nosotros tiene sus propios métodos, usos y preferencias. Hay quien se hace con todos los utensilios y gadgets culinarios que descubre, y quien es excesivamente minimalista y apenas cuenta con un par de sartenes y una cuchara de madera.
Dejando a un lado los extremos, sí existen algunos utensilios que te hacen la vida en la cocina mucho más fácil sin provocar un problema de orden. ¿Sabes cuáles son?
Este concepto aplicado a los utensilios que debes tener en tu cocina es, como en la mayoría de las ocasiones, relativo. Puede que para una personas resulten verdaderamente fundamentales cinco o seis objetos, mientras que para otras sean 25 los que no pueden faltar.
Por eso vamos a establecer una selección lógica de accesorios basada en lo que realmente utilizan la mayor parte de las personas.
A no ser que estés montando tu cocina por primera vez, seguramente ya tendrás muchas de estas cosas, pero la lista te servirá para evitar futuros errores a la hora de elegir (a todos nos ha pasado).
En cuanto al número de objetos a comprar, esto dependerá también de lo mucho o poco que cocines, de tus preferencias a la hora de elegir las recetas, y del espacio disponible para guardar.
Es uno de los elementos esenciales, ya seas de los que no se retiran de los fogones como de los que solo cocinan lo imprescindible. Eso sí, tampoco hace falta que tenga muchas piezas. Más que en cantidad, invierte en calidad, ya que cazuelas y ollas te durarán muchos años si son buenas y merece la pena la inversión.
Las más habituales son de acero inoxidable, aunque también las puedes elegir esmaltadas. Opta por una batería apta para gas, vitrocerámica e inducción. Nunca se sabe en qué tipo de placa tendrás que cocinar el día de mañana…
Comprar sartenes es todo un dilema. La mayoría de nosotros se decide por las antiadherentes, cuyo interior lleva una película de teflón o algún material similar que impide que los alimentos se peguen. Sin embargo, se estropean con facilidad y resultan poco duraderas aunque las compres de calidad.
Una buena idea es elegir sartenes de hierro fundido. Están fabricadas de una sola pieza y son muy duraderas. No llevan recubrimiento interior y sirven para todo tipo de fuegos y placas, hasta para el horno o para cocinar sobre brasas. Tan solo hace falta curarlas antes de usarlas (mediante un proceso de calentamiento y engrasado).
Incluso aunque seas de esas personas que aman cocinar a fuego lento, la vida cotidiana tiene otros planes. Una olla rápida te permitirá cocinar platos sanos y equilibrados y con un ahorro en tiempo de entorno al 70%.
Elige una marca de calidad, que te ofrezca garantías, con válvula de seguridad y avisador con pitido en caso de que la presión sea excesiva.
Un buen set de cuchillos es fundamental tanto si eres un gran cocinero como si eatás comenzando a hacer tus primeros pinitos culinarios.
Aunque no hace falta tener diez (con tres o cuatro será suficiente) sí deben cortar bien. No hay nada peor en la cocina que un cuchillo que no corte.
Elige un pelador o puntilla, un cuchillo de sierra para el pan, uno cebollero para cortar y picar, y uno grande para carnes y pescados.
Es un elemento imprescindible que puedes elegir de diferentes materiales. Las de madera son las más decorativas, aunque los expertos en seguridad alimentaria no las recomiendan por estar fabricadas con un material poroso en el que pueden proliferar bacterias y gérmenes. Si aun así decides apostar por ellas, límpialas a fondo con mucha frecuencia.
Otra opción es elegir tablas de resina u otro material sintético adecuado. Lo ideal es tener dos o tres, una para cada tipo de alimento: verduras y hortalizas, carnes y pescados.
