Quizás tuviste una infancia muy monocroma y tus platos, vasos y cubiertos eran de colores aburridos, o ni siquiera recuerdas cómo eran. Para que esto no le ocurra a tus hijos, llena su vida de objetos maravillosos y coloristas. Muchas veces, estos objetos son accesibles y fáciles de encontrar, otras, como buena madre que somos, nos las ingeniamos con lo que ya tenemos en casa.

No te puede faltar una buena jarra de cerámica, esa del color perfectamente estridente. Hasta la misma Mafalda se habría tomado toda su ración de sopa sin chistar con esos platos y cubiertos multicolores (quien no se acuerda de su frase genial: “La sopa es a la infancia lo que el comunismo a la democracia…”).

Busca platos, tenedores, cuchillos, cucharas, posa vasos y todo el set de cubiertos de colores .Quizás la tarea rutinaria de vaciar el lavaplatos será mucho más divertida si tus hijos tienen platos, vasos y cubiertos tan apasionantes.

¿Y si los pones a ordenar sus propios utensilios por colores, tamaños y formas? Puede ser sólo una ilusión, pero no perdés nada con intentarlo… Los objetos coloridos pueden adornar la mesa y estimular la alegría de tus pequeños, cuando les armes una mesa especial en Navidad o para celebrar sus cumpleaños.

Selecciona juegos de mantel y servilleta con detalles en croché o bordadas a mano . Podes jugar con las texturas, todas estas maravillas de opciones son de tu imaginación.

Por ultimo, si ya no sabes qué hacer para que la hora de la comida no se convierta en una lucha diaria, proba con una vajilla decorada con motivos infantiles. Pequeños y divertidos animalitos, personajes de cuento o superhéroes te ayudarán a entretener a tu hijo mientras come. Inspírate en el estampado de la vajilla para inventarte cuentos tan interesantes que no tenga más remedio que descubrir el dibujo para conocer el final de la historia.